
El auténtico olor a la Navidad. Hornear este tipo de galletas es felicidad pura, se inunda toda la casa de ese olor especial y nos recuerda a Navidad, frío e infancia. Por eso yo creo que no debemos dejar de hornearlas nunca. Y no hay nada mejor para el síndrome post-Navidad que hacer estas galletitas y conservar el olor en casa durante una semana por lo menos.La vuelta a la rutina se hará mucho más llevadera.
Esta receta esta hecha con una mezcla de especias llamada "speculoos". Es una mezcla muy conocida en los países del Norte de Europa y seguro que sin saberlo todos hemos probado alguna vez estas galletas ya que, después de las galletas María, son mundialmente conocidas. Contiene canela, nuez moscada, clavo, jengibre, cardamomo y pimienta negra. Las medidas están tan logradas que si alguno de los ingredientes no nos gusta, ni lo notaremos, ya que estás especias juntas saben a Navidad, a galleta, a amor. jajajaja.
¡Manos a la masa!
Ingredientes:
- 250gr. de mantequilla
- 250gr. de azúcar (blanco o moreno)
- 500gr. de harina
- 1 huevo
- 2 cucharaditas mezcla de especias speculoos
Elaboración:
En el bol de la batidora añadimos la mantequilla a temperatura ambiente y el azúcar que hayamos escogido. El azúcar moreno le dará un toque dulzón y a caramelo, pero no a todo el mundo le puede gustar, por lo que podemos utilizar el clásico azúcar blanco en su lugar. Batimos estos dos ingredientes bien hasta que se hayan incorporado a la perfección.
Añadimos el huevo y seguimos batiendo.
En un bol pesamos la harina y le añadimos las dos cucharaditas de speculoos. Podéis echar más o menos, al gusto, dependerá luego la intensidad del sabor que queráis.
Tamizamos la harina junto con las especias y la añadimos al bol con el resto de ingredientes. Batimos.
Cuando notéis que a la batidora le cuesta amasar, echad la masa encima de la mesa y acabad amasando con las manos. Hacemos una bola y la envolvemos en un plástico film y la dejamos reposar en la nevera. Este paso hará que el aroma de las especias impregne toda la masa y nuestras galletas tengan todo su sabor.
Después de reposar la masa durante la noche, estiramos con un rodillo y con los cortadores que hayamos elegido realizamos las formas.
Colocamos las galletas sin hacer sobre una bandeja con papel de horno y horneamos unos 10 mins o hasta que estén doradas. Cuanto más doradas estén, más crujientes.
Una vez frías, estás galletas pueden decorarse. Para conservarlas mejor, guardarlas en una caja de lata.
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